Desde mediados del siglo XIII, Granada fue la capital del último reino musulmán de España. Durante al menos 200 años, resistió el avance cristiano alcanzando un gran esplendor cultural y artístico, cuyo monumento más representativo es la Alhambra.
Hacia mediados del siglo XV, los Reyes Católicos revivieron el añejo sueño de recuperar la unidad cristiana de la península. La unión de las coronas españoles, les dio la fuerza política para luchar contra Granada y finalmente conquistarla en enero de 1492.